
En esta nueva entrada os voy a hablar de la amatista. Una gema que personalmente, me gusta de forma especial.
¿Qué es la amatista?
La amatista es una variedad del cuarzo. Su color característico es violeta, pero su sensibilidad a los tratamientos térmicos puede hacerle cambiar el color dependiendo de la temperatura que se le aplique.
Puede tomar colores amarillentos o anaranjados, entre otros.
Algunos términos de joyería para describir determinadas tonalidades, pueden ser “Rosa de Francia”, referido al color lila claro y “Siberiana” de un color violeta más intenso con destellos rojos.
La amatista se suele encontrar en forma de drusa o geoda, que son formaciones cristalinas preciosas!
Os dejo alguna imagen para que podáis ver lo bonitas que son, pero es habitualmente tallada para su uso en piezas de joyería, tanto en cabujones como en facetas.
Propiedades de la Amatista
En el aspecto místico, las propiedades que se le atribuyen son el aporte de serenidad y protección.
Potencia los estados elevados de conciencia y aporta sobriedad ante las pasiones.
Ayuda a canalizar las emociones psicológicas y es un excelente limpiador psicológico. Por eso se encuentra entre las gemas más utilizadas para las terapias.
Es también utilizada para la limpieza de chakras aunque no es la gema más efectiva para ello.
Es altamente aconsejada para ayudar a equilibrar estados de ánimo, ayuda a eliminar las malas vibraciones y nos ayuda a conciliar el sueño.
El mismísimo Leonardo Da Vinci dejó constancia en uno de sus escritos, que la amatista tenía el poder de disipar los malos pensamientos y afinar la inteligencia.
Como veis se trata de una de las gemas de cabecera que nunca debe faltar en nuestra colección. Bien sea en colgante, pendientes, anillo o en bruto como elemento de colección.
Leyenda del origen de la amatista
Como casi todos los minerales, consta de varias leyendas realmente curiosas.
Entre ellas está la leyenda de su origen proveniente de los mitos griegos.
Baco, el Dios del vino, molestado por un mortal, juró vengarse del próximo que se cruzara por su camino, creando así tigres hambrientos para ejecutar su deseo.
Sin saber nada, una bella mujer llamada Amatista fue a rendir homenaje a la diosa Diana, quien intervino transformando a la joven en estatua de cristal de roca para protegerla de los tigres.
Al ver esta magnífica estatua desanimada, Baco lloró y sus lágrimas tiñeron de púrpura el cristal, creando así la piedra que conocemos hoy en día. ( fuente: GemsBrokers)
Es curioso saber que podemos encontrar bellísimas amatistas en las joyas de la corona real británica.
También fueron las preferidas de la nobleza egipcia y de Catalina la Grande. Quien envió a miles de personas a excavar en las minas rusas en busca de la mejor calidad, creando así famosa reputación “siberiana”.
Por último os diré que la amatista es la piedra del mes de febrero y su signo asociado es piscis